Hace más de cien años que escribió esta postrera estrofa en medio de cantos de guerra y de elegía. No parece posible, aunque lo fue, hablar entre peligros sin acordarse de Walter Benjamin.
1895 pasó hace mucho. O no.
Me lo compré en una casa de empeños. Cincuenta centavos me costó. Todavía lo estoy leyendo. |
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