Creo que lo encontré en una casa de empeños. |
Yo, si encuentro el libro de una persona que conozco, lo compro. Y después lo leo.
La novela, literatura juvenil para la ESO o el Bachillerato, tiene como protagonistas a una madre y una hija, argentinas, que emigran a Valencia. Del padre, fallecido, hereda un "pobre valencià, ple d'espardenyades" (de barbarismos castellanos, básicamente) que "estava recuperant a marxes forçades".
Creo que ésta es la única novela del autor, aunque seguramente habrá publicado trabajos relacionados con la Gramática del valenciano. Yo, que soy un argentino afincado en Valencia, no podía dejar de leerla con muchísima curiosidad. Pero bueno, es una primera novela de un escritor, y en este caso eso se nota.
Creo que el libro tiene sus momentos. La historia que narra es la de una hija y la madre que no se llevan nada bien, y el recuerdo del padre pesa espantosamente en el ánimo de la chica, y eso está bien transmitido. Pero también creo que tiene bastantes problemas de estilo y de continuidad, además de algunas vacilaciones en relación a los personajes.
Que la protagonista sea una chica argentina parece deberse sólo a que las mayores probabilidades de que una inmigrante latinoamericana tuviera antepasados valencianos era con los argentinos, porque esa faceta formadora de su personalidad no está explotada, no le otorga casi peculariedad alguna más allá de su condición de emigrada. Esto, claramente, es una elección del autor, y no hay nada que objetarle.
Hasta tal punto llega la poca relevancia de los orígenes argentinos, porteños, de la protagonista, que sobre el final se produce una escena que es lo que verdaderamente se me quedó grabado de la novela: "començà a ploure a bots i barrals, com només plou a València". Yo, que soy un argentino emigrado en Valencia, puedo decir que cuando cae la famosa "gota freda" es uno de los momentos en que más genuinamente me olvido de que estoy a tantos kilómetros de casa. Porque la gota freda, en Buenos Aires, se llama Sudestada. Suele haber una al año, y caen soretes de punta durante dos semanas, a veces más.
Y aquí llegamos al asunto de la reproducción, de lo verosímil, de lo plausible, del realismo literario, el efecto de realidad, y demás cosas y etcéteras.
¿Por qué el autor destroza cualquier efecto de realidad, al menos, a los ojos de un lector argentino? ¿Importa eso? Quizás lo hizo porque no se documentó lo suficiente a la hora de escribir la novela, quizás lo hizo porque le dio igual, porque la escena así quedaba bien y así se quedó. Vaya uno a saber. Es como los tipos que salen volando en el cine cuando les disparan, todos sabemos que así no funciona, pero así queda bonito y nos gusta, o nos gustaba antes de que vinieran a contarnos que así no funciona.
Yo, si hubiera otra oportunidad, leería una nueva novela de Sentandreu. Creo que aún le falta mucho, o le faltaba cuando escribió MAD, pero que puede dar mucho más de sí.
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