domingo, 13 de junio de 2021

Carles Moya: RIBERENQUES

Fruto del trapicheo.

El autor lo vende en su blog.


Hay algo urgente en las listas, y eso se puede apreciar incluso, y cristalinamente, en las listas de la compra. ¿Por qué uno hace listados? Para no olvidarse, para actuar en consecuencia. 

Poquitos verbos hay en Riberenques. Los pocos que hay, casi siempre en pasado, aunque sobre el final empieza a aparecer el futuro que parece promesa o compromiso de los que se hacen mirándose al espejo. Después de leer Noruega, con sus interminables listados de bares, leo Riberenques. Nostalgias de las que no se quiere escapar y hay que atesorarlas con forma de palabra, porque ahí está la memoria, transfigurada.

Prosa poética, Riberenques. Me reafirma las ganas que tengo de encontrarme de una vez por todas con un ejemplar de Bacs de vidre en alguna de las librerías de viejo en línea por las que me asomo todo el tiempo. 

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