Desde hace un tiempo que me llaman mucho la atención todo el mercadillo de libritos para aprobar exámenes de literatura por y para hablantes de inglés. Al final me decidí a comprar este, de York Notes, dedicado a El señor de las moscas, que es para estudiantes de secundaria o como se llame en Inglaterra o como se llame.
El librito, muy bien confeccionado, en mi opinión. Pero el currículum oculto que no falte, por supuesto. Si todo el mundo tiene clarísimo que 1984 es una alegoría del estalinismo y, qué tanto, del comunismo, ya, que tanto ponernos exquisitos, con respecto a El señor de las moscas cabe, por supuesto, leerla como una alegoría de toooooooooooooooooooooooooooooooodos los totalitarismos. En fin. Poco importa que sea una alegoría del fascismo como la copa de un pino —y, quien dice fascismo, dice capitalismo en su última expresión—, lo que los niños y las niñas deben saber es que la Biblia llora junto a un calefón, y que no hagan muchas preguntas. No sea cosa que hagan, por ejemplo, el paralelismo entre el populismo de extrema derecha actual y se den cuenta de que es un fenómeno netamente capitalista.
La sociedad que William Golding describe es la nuestra en su peor momento. No es el experimento soviético. No hagamos olas y que viva en momento Waldo.
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